
Ser cada vez mejor
Me encanta leer.
Hubo un año (2010) que me propuse leer 50 libros. Me quedé en 35.
Genial, ¿no? En realidad, no.
Gasté mucho en libros y me enfoqué tanto en llegar a 50 que no me enfoqué en lo que verdaderamente importaba: aplicar el conocimiento que había adquirido.
Claro, leí tan rápido que en realidad no aprendí nada. O se me olvidó muy rápido.
Hoy, leo menos de 10 libros al año, pero busco, sin excepción, aplicar al menos tres ideas que cada libro me enseñe.
Y eso me ha generado mejores resultados que leer por leer.
Sigo comprando libros (es uno de mis vicios), y seguiré haciéndolo, pero no tengo prisa por leerlos todos.
¿De lo que sí tengo prisa? De ser cada vez mejor. En todo.