
Re-aprende
Lo que no resuelvas la vida te lo seguirá presentando. Una y otra vez. Hasta que logres resolverlo. No es nada esotérico: son patrones mentales. Tendemos a repetir lo que nos es familiar. Actuar de maneras similares a problemas similares.
Esos problemas dejarán de “aparecer” (no aparecen, sólo son consecuencias) cuando empieces a cambiar tus patrones de comportamiento.
Los perros de Pavlov aprendieron a salivar ante la presencia del sonido una campana, no de alimento.
Así nosotros. Aprendemos a responder de tal o cual forma cuando suceden cosas. Necesitamos re-aprende nuestras reacciones, nuestras respuestas, nuestros impulsos.
¿Cómo respondes cuando te llega una suma de dinero de manera inesperada? ¿Cuánto te tardas en gastártela y regresar a tu situación anterior? Ese es un patrón.
No es que te “queme” el dinero. Tampoco es que seas Aries o pollo o luciérnaga. Son las maneras en que has aprendido a reaccionar ante los eventos en tu vida.
Y es posible “desaprenderlos”. El primer paso es identificarlos y hacerse responsable de nuestras acciones.