
No les rompas más el corazón.
Paga tus deudas. Especialmente las que tienes con amigos y familiares. Evítales la pena de cobrarte, evita el daño en tu relación con ellos al enojarte cuando te cobren.
Y, por favor, no te enojes ni te indignes si te cobran.
Están en todo su derecho de cobrarte, y tú en toda tu obligación de pagarles.