
LEGO es mi nuevo hobbie
NIB. UCS. AFOL. NFS. MOC.
Estas son sólo algunas de las palabras comunes en los grupos relacionados a mi nuevo hobby: LEGO.
Cuando era niño nunca tuve juguetes de esa marca. Lo más parecido que tuve fue un portaaviones marca Tente (el LEGO mexicano). Lo amaba. Pasé horas con ese juguete.
Con esto de la cuarentena, la primera vez que salí a una tienda (que, por cierto, estuvo cerrada por casi tres meses) fui a la sección de juguetes y me topé con un Corvette de LEGO. Nunca había visto algo así, eran casi seiscientas piezas. Me gustó mucho y lo compré (no sin antes llevar algo para mis niños).
Se me fue casi todo un sábado armándolo. Al final, me pareció increíble ver cómo se mueven los pistones y el diferencial (luego aprendí que la línea “Technic” se caracteriza no por su parecido con la realidad, sino por los elementos mecánicos que tienen).
Y empezó mi locura por esta marca, prácticamente amor a primera vista.
Al principio, me sentí raro. A final de cuentas, la caja del Corvette dice que es para personas de 9 años hacia arriba. “Yo tengo más de 9”, pensé, así que me puse a investigar. Me di cuenta de que, como yo, hay muchos AFOL repartidos en todo el mundo.
AFOL: Adult Fans of LEGO. Resulta que hace unos años LEGO se dio cuenta de que sus sets son favoritos de muchos adultos y empezó a hacer sets dirigidos a este grupo de edad. No son juegos de niños, son sets de un alto nivel de complejidad y cuyo precio fácilmente rebasa los varios cientos de dólares.
Gracias a Facebook y Google he conectado con gente de todo el mundo cuya pasión por LEGO los une. Y es genial.
Naturalmente, los AFOL tienen su lenguaje particular, los grupos de LEGO están llenos de nomenclaturas y frases que, para los de “afuera” no tienen sentido alguno, pero para los “insiders” son parte normal de la conversación.
Así, aprendí que los MOC son sets creados por fans, que hay sitios donde puedes hacer tus propios diseños de lego (stud.io) y que incluso puedes diseñar (y vender) las instrucciones para que otros fans armen tus creaciones.
Aprendí también que hay todo un mercado de piezas y sets usados y que hay minifigs (o sea, monitos de LEGO) que pueden valer hasta más de $350 dólares.
Hoy sé la diferencia entre un set de “Creator Expert” y uno de “Ultímate Collectors Series”, de “Duplo” y de “Dots”.
No soy gran coleccionista de LEGO, de momento, mi “colección” se limita a dos sets que he comprado en el último mes y uno que recibí de día del padre, pero quiero decirte que encontrar este hobby me ha ayudado a enfocarme más, a reducir el estrés y a encontrar a una nueva comunidad de “amigos” que hace un par de meses ni siquiera sabia que existían.