
La doble cara de la urgencia
Mexicanos criticando al sistema corrupto.
Hasta ahí, bien.
Hasta que necesitan un trámite, un “contacto”, alguien que les “ayude” a que sus necesidades sean resueltas, pero ya.
Ahí, no importa que se salten los procedimientos, las reglas, las filas, con tal de que “su” problema sea resuelto, de que “alguien” los atienda. Pero ya. Porque es urgente.
Pero bueno…