
El Nuevo X
Posiblemente no necesitas el nuevo iPhone o BMW/Polaris/Rolex, etc. (para fines de este post, le llamaré el nuevo X). Es más probable que lo quieras.
No porque sea marginalmente mejor que la versión anterior sino posiblemente por lo que tener el “nuevo X” representa para ti y lo que le quieres comunicar al mundo al comprarlo y usarlo.
No hay absolutamente nada de malo en querer el más nuevo X. No hay absolutamente nada de malo en comprar eso que estás pensando comprar.
¿Podrías comprar otras cosas o experiencias con lo que cuesta el nuevo X? Absolutamente.
¿Podrías ahorrar o invertir esos fondos? Por supuesto.
Y aquí es donde difiero de muchos “gurús”, que te hacen sentir culpable por comprar tal o cual cosa, diciéndote que en lugar de comprar “X”, deberías hacer “Y”. Si un “gurú” te dice eso, quizá es momento de cuestionarte si vale la pena continuar recibiendo sus publicaciones.
A final de cuentas, el mejor uso que le das a tu dinero (y a tus recursos) es el que está alineado con tus valores, con tus prioridades y con tus objetivos financieros y de vida.
Así, no te comparas ni juzgas a Fulanita que se compró la nueva bolsa de Fendi, con todo y que se acaba de comprar una LV. Ni criticas a Menganito que usa su dinero para rescatar perros, a tu vecino que se compró una televisión más grande que la tuya, ni te preguntas porqué Pedro maneja ese carro tan X si le va “tan bien” en el trabajo.
Cada quién tiene valores y prioridades diferentes. Enfócate en las tuyas. Y no sólo disfrutarás más la vida, vivirás gastando sin culpa y sin criticar o juzgar a los demás.