
7 Lecciones de mis 38 años
Ayer cumplí 38. Así que, como ya lo he hecho en años anteriores, aquí les comparto algunos de mis aprendizajes de este último año.
- La preparación es clave.
Tener un fondo de emergencia me sacó de unos cuantos apuros este año. Lo mismo tener comida extra en la alacena, sobre todo cuando todos estaban en pánico. - La disciplina es invaluable.
El mercado subió, bajó y volvió a subir en los últimos 12 meses. ¿Sabes cuántos cambios hice a mi cuenta de inversión? Exactamente 0. Al mismo tiempo, este año no he dejado de hacer ejercicio o cuidar mi alimentación. ¿El resultado? Estoy a menos de 2 kilos de lo que pesaba cuando me gradué de la universidad, hace casi 16 años. - La congruencia facilita la vida.
Decir, hacer y pensar lo mismo me ha ayudado mucho, en muchos aspectos en lo vida. Este año lo puse aún más en practica y ha hecho una diferencia tremenda. - Tener claro lo que hago mejor.
Mi mejor trabajo es con clientes individuales. Es lo que más disfruto, y lo que tiene resultados más tangibles. Por ello, he limitado bastante el número de clases grupales que hice el año que terminó, y pienso dar todavía menos este año. - Todo empieza con el amor propio.
Sí, suena a cliché. Y quizá lo sea, pero la realidad es que si no te amas a ti mismo, tu desarrollo personal es imposible. - Busca conversaciones difíciles.
Las conversaciones difíciles son las que más me llevan a crecer, las que más me impulsan y me invitan a desarrollarme. Para esto, es necesario hacer preguntas (muchas) y hablar de cosas que sería más cómodo no hablar. - La templanza y la serenidad son vitales para tomar buenas decisiones.
Los últimos meses fui testigo de algunas decisiones desastrosas hechas como consecuencia de emociones mal encauzadas. Yo he sabido mantener la cabeza fría. A final de cuentas, para eso me pagan mis clientes, y poder llevar esto a mi vida personal ha sido una verdadera maravilla.
Muchas gracias por acompañarme en esta página el último año. ¡Salud por muchos más!